Sabemos que el acúfeno es un ruido que se percibe en los oídos o en la cabeza, y hay muchas variables que influyen en su aparición o aumento.
El acúfeno no es ninguna enfermedad, sino un síntoma. Según el modelo otoneurotransmisor de acufenos e hiperacusia las zonas cerebrales activadas por acúfenos son las mismas zonas donde transcurren las vías de neurotransmisión de dopamina: el área temporal auditiva encargada de la audición , el área prefrontal encargada de la atención y el estrés, la asociación parietotemporal junto con el sistema límbico relacionadas con las emociones, aprendizaje, memoria y conducta motivada. El acúfeno se produce por una alteración en la vía dopaminérgica auditivolímbica a nivel cortical, por tanto van a influir todos los factores que alteren el sistema auditivo y los que afecten a nuestro sistema límbico, tales como estrés, ansiedad, depresión, problemas, sentimientos…
En cuanto a la relación con el coronavirus, en los pacientes que han padecido la enfermedad del COVID-19 muchos han sido tratados con fármacos como la hidroxicloroquina, que puede ser tóxico para el oído (ototoxicidad) y por tanto, si se produce alguna alteración de la audición van a empeorar los acufenos. De todas formas, de momento es difícil establecer si la aparición o el empeoramiento del acúfeno se debe a la infección por el virus o a la ototoxicidad de algunos de los tratamientos usados.
Recientemente se ha realizado un estudio en pacientes de acúfenos con síntomas de COVID-19 y se ha observado que han experimentado un agravamiento del tínnitus.
Los factores más importantes que han contribuido a aumentar la gravedad de los síntomas del acúfeno son el miedo a contraer el COVID-19, las preocupaciones financieras por perdida de trabajo, la soledad y los problemas para dormir. También ha aumentado el consumo de café y alcohol que influyen directamente en el empeoramiento de los acufenos.
Los hallazgos de este estudio resaltan las complejidades asociadas con experimentar tínnitus y cómo factores internos, como el aumento de la ansiedad y los sentimientos de soledad, y los factores externos, como los cambios en las rutinas diarias, pueden tener un efecto significativo en la afección. (Beukes et al., 2020)
Para resumir, los efectos a nivel auditivo relacionados con el COVID-19 y los sentimientos de estrés, aislamiento, situación económica, problemas de sueño que tengan impacto en nuestro equilibrio mental van a influir directamente en la aparición o agravamiento del acúfeno o tínnitus.
En estos casos es importante la atención, lo más rápida posible, por especialistas en acúfenos para realizar un tratamiento eficaz que mejore los síntomas.
La Terapia Sonora Secuencia (TSS) ha demostrado ser un tratamiento integral eficaz de acúfenos e hiperacusia comprende 3 bases solidas que actúan sobre los acufenos:
- Terapia Sonora: Normalizando el sistema auditivo y utilizando los enmascaramientos de forma secuencial para estimular la corteza auditiva.
- Terapia Cognitivo-conductual: Aportando conocimiento, motivando un cambio de conducta en relación al estrés, ansiedad, depresión…
- Terapia farmacológica: Basada en la vía dopaminérgica, ayuda para eliminar la conducta estresante y la ansiedad, favorecer un sueño natural, disminuir la intensidad o modificar la frecuencia del acúfeno.